mi estimado Matías llegaste a mi vida despues de unas vacaciones de la mano del nieto de Angélica diciendo que eras hijo del Dueño del CENARD que era Pancho Al principio no lo creí pero con el correr del tiempo pude verificar que era cierto.Eres tan mimoso, queredón y también sufrido saliste airoso de la fractura en la patita trasera por la patada que recibiste, pero con el cuidado de nosotros has salido del atolladero por suerte!. A veces te reto mucho porque eres camorrero pero sabes que te quiero mucho.